ARISTÓTELES dejó escrito:

ARISTÓTELES dejó escrito:
"Desde Italia hasta el país de los celtas, celto-ligures y los íberos, dicen que hay un cierto camino, llamado el "Camino de Heracles", por el cual si un griego o un viajero nativo, que es visto por las tribus vecinas es protegido para que no pueda recibir ninguna lesión; y para aquellos, que si la produzcan, tienen que pagar un multa."
Tratado aristotélico "De las maravillas escuchadas" (De mirabilibus auscultationibus) Siglo IV a.C.

LA GEOGRAFIA SAGRADA

Octavio Augusto debe establecer en la tierra un nuevo centro a partir del cual se repita la cosmogonía. Debe de fundar una nueva ciudad que equivalga a una refundación del Cosmos y que será llamada como la Ciudad Sagrada de Augusto. Para ello, según el rito antiguo, debía determinar lo que se podría llamar: una geografía sagrada o sacerdotal, ya que la posición de las ciudades y de los templos, según el rito de Jano, no era arbitraria, sino que se determinaba según leyes muy precisas.

La Ciencia Sagrada establecía los lazos que unían: el "arte sacerdotal" y el "arte real", con el arte de los constructores, ya que las antiguas corporaciones estaban en posesión de una verdadera tradición iniciática. Jano era a la vez el dios de la iniciación a los Misterios y el de las corporaciones de arquitectos (Collegia Fabrorum).

Además, entre la fundación de una ciudad y la constitución de un nuevo Centro, según establecía la doctrina tradicional, eran necesarias unas adaptaciones a las condiciones definidas de cada tiempo y lugar, debía existir una relación tal, que la primera debía simbolizar a la segunda.

Era muy necesario realizar estudios especiales, para fijar el emplazamiento de un nuevo centro, que estaba destinada a convertirse en metrópoli espiritual de toda una parte del mundo; el nombre de la nueva ciudad, su emplazamiento y las circunstancias de su fundación, tenían que ser examinados cuidadosamente bajo este punto de vista y bajo la dirección del que tuviese el conocimiento y la autoridad para hacerlo.
Marco Agrippa, Gran Maestre de la Cofradía de la Ciencia Sagrada, era el señalado para realizar este trabajo. Sus conocimientos de gnomónica y arquitectura le permitieron determinar, sin posibilidad de error, el emplazamiento de la nueva ciudad que, tras su muerte, iba a ser llamada a convertirse en el Centro del Mundo.

En la antigüedad ya existían centros sagrados fundados a lo largo de épocas sucesivas. El rito romano, recuperado por el propio Octavio, señaló en el territorio del Imperio una geografía que relacionaba los centros que, a lo largo de los ciclos, aseguraron la conservación de la tradición. Marco Agrippa fue el autor de un mapa geográfico monumental que se expuso en el Campo de Marte de Roma, según instrucciones de Octavio Augusto.
En ese mapa geográfico figuraban las ciudades principales del Imperio y, entre ellas, las elegidas según una estudiada geometría sagrada y solo visible para los iniciados, que determinaba el futuro emplazamiento de la Ciudad Sagrada de Augusto.

En el momento en que se realizó el mapa monumental, Roma era el eje del mundo. Su emplazamiento determinaba, no solo un centro geométrico dentro del Imperio, sino el Centro del Mundo como Ciudad Sagrada.

Octavio, durante su mandato, tuvo una especial relación con Oriente. Fueron muchas las ciudades que recibieron sus cuidados e inversiones para recuperar sus templos y edificios públicos. De todas ellas, Éfeso, sede del Templo a Artemisa (Diana en el panteón Romano), fue la que recibió un trato más destacado, de todas las ciudades de Oriente. Éfeso se convirtió en la Puerta de Oriente, no solo por su carácter comercial, sino como puerta de iniciación a los misterios de la diosa madre, representados por la diosa Luna Diana-Artemisa.
Existe una línea, que trazada sobre el mapa del Mar Mediterráneo (tal como Agrippa dispuso), une los lugares donde Éfeso y Roma se emplazan. Toda línea une dos puntos, pero sólo ésta posee la dirección que, procediendo de las tierras de mesopotamia, al oriente de las tierras de Egipto, donde nace el Dios Sol, enlaza las ciudades que en cada época, tuvieron una significación sagrada para sus pueblos. El "Decumanus" del Cosmos.

Cardo quiere decir "EJE", línea en torno a la cual gira el sol, de Norte a Sur. Decumanus que proviene de duodecimanus, la línea de las doce horas entre la salida y la puesta del sol, de Este a Oeste.
Esta línea geográfica, a modo de nuevo sendero de Anu, de recorrido del dios Apolo en su carruaje de fuego, como cadena de Lugh, es signo de alianza entre las ciudades de Éfeso, Roma y el Finis Terrae, el fin de la tierra, el lugar donde, según la tradición, el Sol poniente va hacia las entrañas de la Tierra para renacer luego al amanecer.

Por ello, el nuevo Centro fundado por Augusto debía de estar emplazado sobre esta línea celestial, al igual que, en su momento, se establecieron las ciudades de: Apolonia, fundada por Periandro, dedicada a Apolo y lugar donde Octavio y Agrippa fueron iniciados en los misterios de la Ciencia Sagrada y Tarquinia, Ciudad Sagrada etrusca por antonomasia y lugar donde Octavio recibió el Clipeus o escudo dorado de manos de Venus. La Ciudad Sagrada de Augusto se convertiría en la nueva Puerta de Occidente.

El Imperio de Augusto sería en una gran cosmogonía dedicada a Ianus, e, al igual que su templo de Roma, tendría en la capital su centro, el eje del mundo. La puerta de Oriente dedicada a la Luna, en la ciudad de Éfeso, y la nueva Ciudad Sagrada de Augusto, dedicada al dios solar, como su Puerta de Occidente.

Gracias a los conocimientos de Agrippa, se determinó el emplazamiento, en lugar adecuado, en tierra virgen, en la Gallaecia (recientemente pacificada por la intervención del propio Agrippa), según la línea sagrada que une el oriente y el occidente y próxima al Finis Terrae, donde se construiría el Ara Solis, el altar al Sol poniente.

Según los términos de la tradición, este lugar sería una "tierra santa", a imagen de todas las demás "tierras santas", un lugar sagrado, un centro espiritual al cual estarían conectados los demás centros sagrados de la tierra.

Ver: Lucus Augusti. La Ciudad Sagrada de Augusto

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1 comentario:

Unknown dijo...

Buenos días,
Mi nombre es Alejos Lorenzo, soy arquitecto técnico y vivo en Ferrol. He encontrado esta web de casualidad y ciertamente que es de lo más interesante. Mi más sincera enhorabuena al autor por sus trabajos.