De Oca a Oca en el “Camino de Iago”.
Si consultamos cualquiera de los tableros del "Juego de la Oca" que tenemos en nuestras casas comprobaremos que existen trece casillas señaladas con una Oca. Son los lugares donde se pone en practica el tan conocido "de Oca a Oca y tiro por que me toca".
Ni la casilla de partida ni la de llagada lo son, pero las trece casillas señaladas tienen entre sí una secuencia numérica exacta y determinada.
Son las trece Ocas que marcan el camino, y que permiten al jugador, en caso de sacar con el dado los números precisos, alcanzar el final del trayecto en un solo turno. Posibilidad remota y mágica.
Sobre el valor simbólico de las Ocas como animal sagrado se ha escrito mucho y diverso. Las Ocas fueron consideradas desde la antigüedad el paradigma de la sabiduría. Se basaba la creencia en que las Ocas eran las guías sagradas enviadas por los dioses para aconsejar a los humanos a través de sus cánticos. Sus cantos eran oráculos reverenciados por los gobernantes de las naciones y también por los integrantes del pueblo llano.
Es algo establecido por los estudiosos que el Tablero de la Oca es una guía del "Camino de Santiago", si bien los intentos de identificar casillas y lugares geográficos han fracasado por no guardar una métrica identificable y correlativa que pueda determinar de forma inequívoca las casillas con los lugares a los que corresponden.
Tengo escrito varios artículos donde explico como el Tablero debe ser identificado con el antiguo camino romano antecedente del medieval Camino Frances a Santiago. (ver Notas).
El Tablero de la Oca es una carta geográfica de la ruta del antiguo Camino de Iago. El camino de peregrinación a occidente anterior a la cristianización, y que corresponde al trayecto entre el Cap de Creus en el Mediterráneo y el Cabo Touriñán en el Atlántico.
El nombre de Iago, antecedente del de Sant-Iago, es una vulgarización del nombre del dios latino Ianus, y el camino recibía en latín el nombre de "Callis Ianus" o el de "Vía Ianua": El Sendero de Jano.
Para los que aún permanecen en el escepticismo sobre el significado del “Tablero de las Oca” y del juego, les aconsejo que visiten las trece Ocas vivas reunidas en el claustro de la Catedral de Barcelona. No es casual que las trece Ocas del Tablero se encuentren, desde tiempo inmemorable, reunidas en ese sagrado lugar.
Dice la leyenda que la presencia de trece Ocas en el claustro de la catedral son en recuerdo de los años de Santa Eulalia, primera patrona de Barcelona. Esa era la edad que tenia en el momento de su martirio, por esa razón las aves acompañan con sus cantos la presencia de su cuerpo en la cripta catedralicia.
Son trece Ocas “cantarinas” que además se acompañan por otras aves vivas dentro del claustro de la catedral: palomas, faisanes, gallos, perdices, etc.
No es casual que estas aves sean las mismas que aparecen pintadas en la bóveda de Santa Eulalia de Bóveda en Lugo. Existe una intima relación entre la niña mártir y las aves. Ya sean pintadas en la bóveda de la cripta de Lugo, o vivas en el claustro de Barcelona, las aves son reminiscencia de un culto antiguo que existió en esos lugares y que fueron cristianizados en el culto a la niña mártir Eulalia, "la que bien habla".
Existen en la península ibérica mas de un centenar de lugares dedicados a Eulalia que pertenecían a la diosa Cibeles. Y algunos de ellos aun son guardados por las aves asociadas a su culto. Antiguamente las Ocas eran las guardianas de los lugares alertando de la presencia de intrusos con su canto.
Canto que también era utilizado en los templos dedicados a Cibeles (de especial arquitectura) "por la creencia de que las Ocas, eran las guías sagradas, enviadas para aconsejar a los Humanos."
Estos lugares dedicados a Cibeles no solo cristianizaron en la niña mártir Eulalia, sino que por analogía también recibieron la advocación de otras mujeres de martirio similar: Eufemia, Lucía, Orosia, Elena, Fe, y otras con nombre de ave: Paloma, Coloma, Comba.
Es pues la Oca símbolo principal de los lugares dedicados a diosa Cibeles. Como también lo son la Espiral y el Dado, elementos presentes en el "Tablero de la Oca".
Y el número de las trece Ocas de Santa Eulalia, hace aún más concreta esta secreta relación.
Las Ocas encarnan a la Sybilas.
La Sybila es un personaje de la mitología griega y romana. Es una mujer que dispone de poderes para la profecía, inspirados por el dios Apolo.
Los primeros escritores griegos sólo hablan de una Sybila. Se cree que era la Sybila llamada Herófila, que fue quien profetizó la guerra de Troya. Más tarde van surgiendo más Sybilas, siempre con su nombre de procedencia. La lista alcanza el número de trece: Herófila de Troya, Helespontina, Tiburtina, Cumana, Frigia, Cimeria, Samia (de Samos), Délfica (en Delfos), Eritrea, Líbica, Babilónica o Pérsica, Europea y Sybila Agripa o Hebraica.
Las trece Sybilas, pitonisas, que con sus cantos hablaban con los dioses en los oráculos donde moraban.
Si aún no confía en que las trece Ocas que habitan en la catedral de Barcelona representan a las Sybilas de la antigüedad no deje de leer esta noticia publicada esta pasada Navidad:
"El Canto de la Sybila ha vuelto a sonar esta noche en la catedral de Barcelona después de 435 años.
Justo antes de la misa del gallo, la soprano Eulalia Fantova y el Cor de Cambra Francesc Valls, además del organista Josep Maria Escalona y Canyet, han interpretado este drama sacro. La Sybila, un personaje femenino de origen pagano que hacía oráculos a partir de fenómenos de la naturaleza, vaticina en este canto la llegada del fin del mundo. Es, junto con el "Misterio de Elche", el drama sacro más antiguo que se conoce.
En Barcelona dejó de sonar el año 1575, cuando el Concilio de Trento vetó las prácticas religiosas antiguas. Otros lugares, como Mallorca o Alguer, han mantenido interrumpida esta tradición de Navidad. El director musical David Malet ha recuperado a partir de la información que se conserva, no sólo de la música y el texto, sino también los diferentes espacios del templo donde se sitúa la representación.
El Canto de la Sybila es un drama litúrgico que se interpreta en las iglesias antes de la Misa del Gallo.
La iglesia cristianizó esta figura, consiguiendo así, atemorizar al pueblo con el fin del mundo en uno de los momentos más felices, como era la Navidad, es decir, se le atribuía una visión apocalíptica con la promesa de la segunda venida de Jesucristo para juzgar el mundo. Su anuncio nos mostraba la llegada del Juicio Final."
Podemos identificar, aún en pleno siglo XXI, a las Sybilas de Barcelona con las trece Ocas de Santa Eulalia. Los canto proféticos de las aves se mantienen justo antes de la "Misa del Gallo".
Las trece Sybilas del Tablero.
Nos queda entonces por reconocer de manera concreta los lugares que son señalados en el Tablero con las trece casillas con una Oca.
El sistema que he propuesto tiene la ventaja de permitir su reconocimiento gráfico con gran facilidad y exactitud. La disposición en una cartografía detallada de las sesenta y tres casillas entre los enclaves del Cap de Creus y el Cabo Touriñan nos permite determinar de forma muy exacta el lugar donde las Ocas de Eulalia ocupan los antiguos lugares de Cibeles.
El "Tablero de la Oca" y sus casillas guardan también entre sí una proporción. El Tablero posee un módulo a partir del cual se articula el cuerpo del camino, estableciendo una proporción de cada una de las partes y respecto a la totalidad del conjunto. Esta "symmetría" o módulo del camino puede "leerse" en la posición que ocupan las Ocas en las casillas del Tablero, etapas que siguen un criterio según lo establecido en las reglas de la caminería romana.
RUTA ROMANA DE LA "VIA IANUA" EN EL VALL DE BIANYA
Cada etapa recibía en la antigüedad el nombre de "mutatio", la parada o establecimiento existente en las vías romana para descansar y dar servicio a los animales que se utilizan como transporte. Las "mutationes" era el lugar para cambiar de caballos y tomar otros de refresco, así como para efectuar las reparaciones necesarias en el vehículo. Estaban localizadas cada 12-18 millas, siendo la distancia de 15 millas su distancia óptima ( 22,2 Km.). En estos pequeños complejos, el conductor podía adquirir los servicios para ajustar las ruedas, el carro, conseguir las medicinas o un veterinario para sus animales, dar descanso y avituallamiento, o para el cambio de caballerías.
En los trayectos de la vía romanas existían unas paradas de mayor rango por cada cuatro o cinco “mutationes” llamadas "mansio", que proviene del latín mansus, forma verbal derivada de manere (que significa "lugar donde pasar la noche durante un viaje"). Una parada oficial en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. A lo largo del tiempo fueron adaptadas para acomodar a viajeros de toda condición, incluso al emperador. Las mansiones estaban bajo la gerencia y supervisión de un oficial denominado mansionarius.
En el caso del "Callis Ianus" entre el Cap de Creus y el Cabo Touriñán, el trayecto representado en el Tablero de la Oca, estas "mansio" de carácter religioso e iniciatico eran lugares dedicados a Cibeles, y sus Ocas eran el símbolo más reconocido desde mucho antes de llegar a ellas.
Los cantos de las Ocas que guardaban las "mansio" eran la mejor guía para los peregrinos del camino. De un canto a otro canto de las Aves de Cibeles el peregrino podía realizar el camino: "De Oca en Oca y tiro ...."
El Tablero posee un módulo a partir del cual se articula el cuerpo del camino, estableciendo una proporción de cada una de las partes y respecto a la totalidad del conjunto, los números de las casillas donde se encuentran determinan una serie que analizada nos muestra los postulados pitagóricos de la matemática antigua.
Podremos determinar esos lugares realizando una superposición del Tablero de la Oca sobre la cartografía peninsular.
Las trece Sybilas del Tablero. De Oca a Oca.
En una futura publicación detallaré de manera mucho extensa los emplazamientos donde se encuentran las Sybilas representadas por las trece Ocas del Tablero. De momento, y como adelanto, enunciaré las trece Ocas, y de ellas tres por las que siento una gran devoción, y que por su diferente configuración permite comprender como hoy el culto a Cibeles perdura en nuestros días bajo las creencias católicas.
Estos son los trece encalves, cada uno mantiene la presencia de Cibeles de forma diversa. En algunos los restos arqueológicos antiguos permanecen a la vista, en otros las nuevas construcciones sustituyen a las originales.
Las casillas número:
5-9-14-18-23-27-32-36-41-45-50-54-59.
Me detendré con detalle en las casillas números 9, 18 y 54 de especial significación para mí.
Casilla nº 5.-
Iglesia de Sant Pau Vell de Seguries, provincia de Girona.
Antiguo enclave en el Vall de Bianya, la "Vía Ianua". El ramal de la “Vía Augusta” que se dirigía desde la costa del Mediterráneo hacia la zona de montaña y después de atravesar el llano se levantaba por el Capsacosta hasta Sant Pau de Segúries.
La zona del trayecto romano mejor conservado y con toponímia más identificable. (Callis, Bianya).
Casilla nº 9.-
Santa Eulalia de la Seu de Urgell, provincia de Lleida.
Este lugar nos presenta los restos del templo romano originario de la actual Catedral.
La Catedral de Santa María d'Urgell es la única catedral románica que se conserva en Cataluña. Fue construida durante el siglo XII, gracias al empuje del obispo San Odón.
Bajo el próximo edificio del Ayuntamiento, situado a levante de la plaza Oms, cerca de la Catedral, se presenta el resultado de siglos de evolución continua. En el subsuelo encontramos los restos más antiguos, unos fondos de depósitos del original edificio romano. A principios del siglo XI estas estructuras romanas sirvieron para apoyar el ábside de la iglesia románica de Santa Eulalia, de la que se conservan parte de los muros.
Casilla nº 14.-
Ermita Las Aras, provincia de Huesca.
Casilla nº 18.-
En la ermita de Santa Orosia de Basa, cerca de Sabiñanigo en la provincia de Huesca.
En este lugar se mantiene vivo el antiguo culto a Cibeles. Los devotos de Santa Orosia de Yebra de Basa en el Alto Gállego, inician cada año una procesión en la iglesia parroquial. Su función primordial es honrar y acompañar, en su anual peregrinaje al monte del mismo nombre, a la reliquia del cráneo de Santa Orosia en un busto de plata del siglo XV, y que recuerda en su forma y color a la "Piedra Negra" cibelina.
La leyenda relata que cuando cayó la cabeza cortada de la santa, nació la fuente, un río que hoy nace en la misma ermita y recorre todo el camino de descenso desde el puerto de Santa Orosia, donde está situada la ermita, hasta la localidad de Yebra de Basa y luego desembocando en el río Gállego. Esta leyenda es una cristianización de la piedra y el agua siempre relacionadas con Cibeles.
La procesión se acompaña, de igual forma que las antiguas procesiones de Cibeles, de los danzantes, animadores incansables de la tradicional romería de Santa Orosia que lucen trajes aderezados con pañuelos de seda cruzados sobre el pecho y vistosos sombreros de cintas de colores y flores y que se acompañan golpeando con fuerza sus palos de senera.
Los habitantes de Yebra de Basa, de generación en generación, han sabido mantener y transmitir esta tradición y la de su romería, son los guardianes de una tradición antiquísima y que también puede ser reconocida en innumerables ciudades y pueblos de Hispania.
Casilla nº 23.-
Santa Eufemia de Undues de Lerda, provincia de Zaragoza.
Casilla nº 27.-
Santa Elena en San Miguel de Estella, provincia de Navarra.
Casilla nº 32.-
Santa Eulalia de Leciñana de Oca, provincia de Alava
La Oca central del tablero,
Eulalia en tierras de Oca,
Casilla nº 36.-
Santa María de Hito, Cantabria.
Casilla nº 41.-
Virgen de la Velilla en La Mata de Monteagudo, provincia de León.
Casilla nº 45.-
Santa Lucía de Gordon, provincia de León.
Casilla nº 50.-
Santa María de Cerredo. Asturias.
La Virgen de Covadonga del sur de Asturias.
Casilla nº 54.-
Santa Eulalia de Bolaño en Castroverde, provincia de Lugo.
En pleno Camino Primitivo, a los pies de la Torre Fortaleza de Castroverde y del Castro indígena se encuentra la iglesia de Santa Eulalia de Bolaño. Iglesia construida en el siglo XIX y que sustituye a una antigua de origen medieval.
Bolaño aún conserva en su territorio muestras arqueológicas suficientes para reconocer, no solo la antigua vía romana a Lugo y Touriñan, sino también antecedentes indígenas de carácter cutual.
Es el propio topónimo "Bolaño" herencia de los lugares asociados a los lugares de Cibeles.
Bolaño, Boalar, Boualares, son los lugares donde existen los pastos dedicados exclusivamente a los bueyes que son preparados para el ritual del sacrificio o taurobolio. rito asociado a Cibeles.
Casilla nº 59.-
Ermita del Carmen en Restande, provincia de A Coruña
Cada una de las trece Ocas del Tablero esta asociada a un antiguo lugar hoy cristianizado con la presencia de una mujer santa. Las nuevas Sybilas cristianas que sustituyen a las trece paganas.
Queda aun por presentar una parte importante de las 63 casillas del antiguo "Camino de Iago" hasta el Fin del Mundo, las Ocas de Cibeles nos permitirán de "Oca en Oca" alcanzar nuestro objetivo.
© Carlos Sánchez-Montaña. 2010.