Tres son a mi entender los símbolos principales en el “Tablero de la Oca”, los que primero se presentan a quién participa en su estudio: La Espiral, el Dado y la Oca.
La Espiral
Símbolo muy antiguo y común a muchas culturas de todos los continentes. Simboliza el camino que permite al hombre renacer en el conocimiento, el viaje al centro donde volvemos a nacer, representaba el ciclo "nacimiento-muerte-renacimiento" así como el sol, que naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente. La espiral presente en el Tablero nos habla de un viaje de iniciación.
El Dado
La etimología de la palabra cubo, como dado, nos puede iluminar sobre su simbolismo. Cubo proviene del latín cibum-cybum y este del griego kubos. En griego esta palabra comparte su origen con el nombre de la diosa Cibeles, Cybele, Kybele.
La Piedra Cúbica: "Es esencialmente una "piedra de fundación"; es pues ciertamente "terrestre", como lo indica por otra parte su forma, y además la idea de 'estabilidad' expresada por esta forma misma conviene perfectamente a la función de Cibeles en cuanto 'Madre Tierra', es decir, como representación del principio "substancial" de la manifestación universal.
Cibeles es propiamente la "diosa de la montaña", asimilada a menudo a la "Madre Tierra", como representación del principio "substancial" de la manifestación universal. Simbolizada por la "piedra negra" debe considerarse como una figuración reducida de la montaña que representa en sí al eje mismo que vincula cielo y tierra.” René Guénon (Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada).
Para abundar sobre esta idea recordar que en la mitología antigua la piedra de Cibeles cae como un dado sobre el lugar que pasa a ser nominado desde entonces como "Centro", el centro de la espiral. La piedra cúbica lanzada desde la vía láctea a la tierra, como un dado, es una representación de la diosa madre.
El dado cayendo sobre el centro de la espiral en el tablero es una exacta epifanía de la diosa madre Cibeles. (4) , (5).
La Oca
Sobre el valor simbólico de las Ocas como animal sagrado se ha escrito: "Las Ocas, fueron consideradas el paradigma de la Sabiduría Sagrada. Se basaba en la creencia de que las Ocas, eran las guías sagradas, enviadas para aconsejar a los Humanos." (6)
Mi propia experiencia ayuda a comprender esta afirmación. Traigo dos imágenes sobre Ocas en lugares sagrados que podemos ver en la península, una la que supongo la más antigua de todas, del siglo III d.C., y la otra la más actual, aún viva.
La más antigua es la pintura de una Oca en la bóveda de la cripta de la iglesia de Santa Eulalia de Bóveda en Lugo. (7)
La más actual es la imagen de las ocas vivas que guardan el claustro de Santa Eulalia en la catedral de Barcelona. (8)
Estas ocas, tanto la pintada hace 1.700 años, como las que están vivas, se encuentran en lugares de carácter sagrado dedicados a Santa Eulalia, y acompañadas por otras aves, las mismas en ambos casos: palomas, faisanes, perdices, gallos y gallinas, etc. Y ya sea pintadas en la bóveda de Lugo, o vivas en el claustro de Barcelona, las aves son reminiscencia del culto a Cibeles que existió en esos lugares y que fueron cristianizados en el nombre de la niña mártir Eulalia, “la que bien habla”.
Ver: Cibeles-Rhea reina de las aves y Santa Eulalia. Carlos Sanchez-Montaña. 2004
La oca es de todas las aves mencionadas la de mayor tamaño, y además antiguamente, las ocas eran los guardianes de los lugares, alertando de la presencia de intrusos con su especial canto.
Canto que era utilizado en los templos dedicados a Cibeles (de especial arquitectura) "por la creencia de que las Ocas, eran las guías sagradas, enviadas para aconsejar a los Humanos."
Estos lugares dedicados a Cibeles no solo cristianizaron en la niña mártir Eulalia, sino que por analogía también recibieron la advocación de otras mujeres de martirio similar: Eufemia, Lucía, Orosia, Elena, Fe y con nombre de ave: Paloma, Coloma, Comba.
Es pues la Oca símbolo principal de los lugares dedicados a diosa Cibeles. Son la Espiral, el Dado y la Oca símbolos asociados a la Magna Mater y presentes en el “Tablero de la Oca”.
La diosa Cibeles aparece en la Eneida de Virgilio como protectora del príncipe Eneas en su viaje desde Troya a occidente, y que llevaría a sus descendientes a la posterior fundación de Roma,.
Cibeles también fue la protectora de las campañas de Augusto en Hispania. Augusto es presentado como el nuevo príncipe Eneas. (9)
El emperador construyó su vivienda y su estudio personal en el Palatino, colindando con el templo de Cibeles, la Magna Mater protectora de la ciudad de Roma. Y es por todo ello que la diosa Cibeles es la protectora en los lugares de la ruta por donde transcurre el Sendero a occidente, y su figura impregna el “Tablero de la Oca”.
Venus y el Sol dirigen los pasos del peregrino entre oriente y occidente, Cibeles lo protege en la tierra.
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